La segunda jornada del I Congreso Internacional de Ganadería Regenerativa se ha centrado en la comercialización de un producto que se defiende en un entorno normativo y comercial adverso.

“A menudo nos dicen que el problema para llevar al mercado el tipo de producto que ofrecemos es la falta de homogeneización, pero no es cierto: nuestro problema es el acceso a los mercados”. Con estas palabras, Mikel Komerzana, de la asociación de ganaderos de Bedarbide, en Urduña (Bizkaia), participó ayer en la segunda jornada del congreso, organizado por APAEMA y celebrado en la Universitat de les Illes Balears.

Komerzana explicó el proyecto Belardi, un matadero multiespecie y centro de transformación colectiva creado hace un año en el País Vasco. Compartió espacio con el proyecto de promoción ME ecològic de Mallorca y la experiencia cooperativa Pagesos Ecològics de Mallorca (PEM), creada para dar salida comercial al producto.

Diferentes fórmulas, un objetivo compartido

El caso de Belardi representa una victoria tras una década de lucha, que ha permitido empoderar a los productores ecológicos en un contexto comercial que sienten que les cierra puertas. Su filosofía es compartir el espacio de transformación, pero reservar la venta directa a la acción individual en mercados regulares y ferias, sin constituirse en una cooperativa. “Si tienes a un animal, pero no tienes las herramientas para transformarlo, no tienes un alimento; por tanto, no puedes acceder a tu propio mercado. Desde hace años el mercado global absorbe los mercados locales, aislando a los productores y obteniendo grandes beneficios con la transformación y la comercialización”.

El proyecto de promoción ME ecològic de Mallorca (2015) y PEM (2017) se presentaron como modelos de éxito en la isla.

Xisco Llompart, ganadero y presidente de PEM, destacó la complicidad consolidada entre el sector primario y el sector servicios: la cadena Garden Hotels se ha adaptado a las necesidades de la cooperativa, estableciendo compras anuales y sirviendo carne ecológica en sus buffets. El año pasado adquirieron más de 7.000 kg de canales. “Y ahora —añadió Llompart— una segunda cadena hotelera, MacHotels, ya trabaja con nosotros, lo que ha permitido integrar a jóvenes ganaderos para cubrir la demanda. Este año hemos incrementado la comercialización en un 33%. Es un gran éxito”.

En 2025, PEM habrá servido 21.000 kg de carne de cordero ecológico, diez veces más que en sus inicios. La cooperativa está formada por unos cincuenta socios, treinta ganaderos y veinte hortelanos. “Nos unimos —dice Llompart— para producir y comercializar conjuntamente un producto de máxima calidad”.

Necesidad de normativas adaptadas

La jornada también abordó la complejidad normativa que afecta a estos productores en un sistema pensado para la gran industria. Se planteó la necesidad de pequeños mataderos multiespecie, mataderos móviles y obradores de pequeña escala.

El proyecto Belardi se ha convertido en referente porque, tras una gran lucha, ha logrado que la normativa sanitaria se adaptara a sus necesidades. Sin embargo, proyectos similares suelen frenarse porque no encajan en las directrices sanitarias europeas, que posteriormente aplican los estados y las autonomías. En Baleares, la competencia recae en Salud Pública.

Generó especial interés la intervención de Blanca Ortega, de la AESAN, que explicó las posibilidades de flexibilización de la normativa europea según las distintas realidades, cuya aplicación corresponde a las administraciones autonómicas.

Magdalena Adrover, veterinaria y responsable del proyecto PASTURE+ en APAEMA, lamentó que ningún representante de la Conselleria de Salut asistiera al congreso.

María José Suasi, jefa del Servicio de Ganadería del Govern, expuso los proyectos en marcha: el nuevo Decreto REGA, acciones para fomentar razas autóctonas, autorización del uso agrícola de la lana, caracterización de la ganadería extensiva, definición de cargas ganaderas en la Serra de Tramuntana o la creación de un banco de tierras ganaderas, entre otros.

Documental “10 anys de ME ecològic de Mallorca”

La jornada concluyó con la proyección del documental de APAEMA, que ahora pasará por una segunda revisión antes de publicarse en abierto en el canal de YouTube de ME ecològic de Mallorca.

Valoración del congreso

El congreso se cierra con la sensación de haber superado expectativas y de haber puesto en diálogo a ganaderos que, por su manera de producir, a veces se sienten minoría o incomprendidos.

Desde la organización se insiste en que lo que se plantea no es una marca más, sino técnicas para fortalecer y reconvertir la ganadería en su conjunto. Adrover reclamó también que el conocimiento expuesto debe ser atendido por la administración: “Pidieron conocer con más detalle los resultados de viabilidad económica y cómo monitorizamos estas prácticas para valorar políticas públicas. Hemos montado un congreso de dos días con muchas respuestas, pero en cuanto terminaron sus intervenciones se marcharon sin quedarse a escuchar las explicaciones”.

Visitas a fincas

La última actividad del congreso fue la visita esta mañana a las fincas Son Mesquida, Purgatori y Sa Cabreta.