Se identificaron 4 problemáticas o retos de mayor interés y de cada uno se recogieron las siguientes aportaciones:

1) Gestión de la sequía

  • Reducción de la carga animal. Mejor adaptarse a previsiones de años malos, e ir ampliando el rebaño, así como vaya mejorando la gestión y disponibilidad de forraje.
  • ¿Iniciar rotaciones del plan abierto con suplementación a cada parcela o retener animales en zona de sacrificio y suplementar allí? Este punto presentaba pros y contras: con una zona de sacrificio se garantiza descanso y crecimiento de las demás parcelas a la vez que se facilita el manejo suplementando en un único sitio, pero se degrada una parcela y hay más carga parasitaria en ella. Mantener rotaciones puede reducir crecimiento de algunas parcelas (pastoreado demasiado pronto) pero tiene beneficios para el suelo. Y es que al suplementar en diferentes cercas se resiembra de semillas y se aporta cobertura suelo y materia orgánica con los restos que no se comen, a la vez que hace efecto redileo por concentración de animales en un mismo punto. Además, se reduce la contaminación por parásitos.
  • Potenciar el aprovechamiento de rocío/nieblas. Se debatió sobre si conviene tumbar todos los restos vegetales que ya no comen o si es mejor dejarlo en pie. Como casi todo, presentaba pros y contras: tumbarlo agiliza el proceso de descomposición e incorporación de la materia orgánica y protege el suelo de la evaporación, pero se pierde el efecto pantalla de dejarlo en pie para captar agua de nieblas y rocío. Se concluyó que lo ideal sería un punto medio, que ya se da con el efecto del mismo pasto, en que muchos restos vegetales quedan pisados ​​en el suelo, y parte queda de pie.
  • Estudiar la introducción de nuevas forrajeras más adaptadas a la sequía u otros cultivos como chumbera, etc.
  • Segar y ensilar/embalar algunas parcelas en época de crecimiento para darla a pasto, para tener alimento de mayor valor nutricional para suplementar en verano y/o hacer reserva de sequía.
  • Aprovechamiento de matorrales si se tiene.
  • Llevar a los animales a otras fincas agrícolas de forma que ganadero y agricultor se beneficien mutuamente (gestión cubierta vegetal, estiércol, alimento para el ganado y descanso de los pastos propios).

2) Incremento de materia orgánica

  • Cuidar la microbiota del estiércol, vital para el buen funcionamiento del ciclo de descomposición de la materia orgánica: evitar tratamientos antiparasitarios agresivos (ivermectina especialmente) y hacerlos sólo en caso de necesidad (problema de salud – animales flacos, que no crecen al ritmo esperado…), después de un diagnóstico parasitológico, y no de rutina. Con las rotaciones cortas y descansos largos se evitan ya muchos problemas de parásitos.
  • No encerrar a los animales en naves para dormir, sino que estén siempre en las parcelas de rotación. Incluso redilear donde se necesite más impacto.
  • Triturar restos de poda, elaboración de biochar, redileo. Los restos de poda durante un tiempo suponen un desequilibrio (muy carbono y poco nitrógeno), que se puede compensar suplementando a los animales sobre los restos de poda esparcidos. Respecto al biochar, un compañero indicó que lo hacía con restos de acebuche después de que las ovejas se comieran las hojas verdes y añadía microorganismos.  Después, lo incorporaba bajo el acolchado de los árboles junto con compost.

3) Control de plantas contextualmente indeseables

  • Incorporar diversidad de especies animales para aprovechar al máximo todos los recursos. Por ejemplo, burros y cerdos para reducir la población de Asphodelus spp. Verbascum spp., etc. 
  • Triturar Oxalis pes-caprae temprana y seguidamente pasar ovejas para terminar de aplastarla. O pasar directamente ovejas cuando empieza a crecer, pero vigilando que sólo realicen estancias muy cortas. En verano también se puede voltear ligeramente el suelo para exponer al sol y a los pájaros los bulbos de esta planta u otras a controlar. 
  • Desbrozar por ejemplo Dittrichia viscosa
  • Mayor impacto animal.
  • Siembras superficiales de plantas que le hacen competencia, como en el caso del Asphodelus spp., el rábano mallorquín; no labrar y segarlo después de haber pasado el ganado, antes de que haga semilla. En un equilibrio es interesante ya que las hojas secas son alimento en verano, los bulbos de las raíces ayudan a descompactar el suelo, y las flores son muy visitadas por los polinizadores, al igual que otras plantas “contextualmente indeseadas” para pasto. 

4) Implementación/seguimiento real del plan

  • No realizar rotaciones cada año en el mismo orden. Importante para garantizar banco de semillas en toda la finca.
  • Respetar los días previstos: si falta comida, suplementar en la misma cerca. Si siempre sobra mucho, puede que se pueda subir carga animal, o segar y hacer reservas para el verano.
  • No hacer tanto caso a emociones tipo “pobrecillas, tienen más verde allí, las muevo ya, o dejo abierto y que tengan más espacio…”.

En resumen, se concluyó que los 4 puntos están relacionados entre sí directa o indirectamente y se debe tener una visión holística. Por lo general, destacó la necesidad de poder dedicarle tiempo, observación y tener la capacidad de readaptación constante.