Entrevistamos hoy a Javier Fernández Stimper que, junto con su hermano Alfredo, son propietarios de la Finca La Matilla de Abajo, en el término municipal de Casas de Millán, Cáceres, donde dirigen una ganadería de ganado vacuno. Con 370 hectáreas de dehesa extremeña, la finca mantiene ahora mismo unas 130 madres, aunque su objetivo es llegar a unas 150. En 2022 se decidieron a cambiar a un manejo regenerativo de tipo holístico. Con inversiones poco a poco por si decidían volver atrás, ahora lo tienen claro: “no vamos a volver al funcionamiento anterior, vamos a seguir. Es un buen manejo, más rentable, menos trabajo, más fácil de llevar la ganadería, y disfrutas de más tiempo libre”.
Hasta ahora hemos tenido vacas de carne, de raza Limosina, y la estamos absorbiendo con Angus. Ahora todos los toros son de raza Angus, que se adapta mejor al entorno y es más precoz y produce terneros más pequeños que no dan problemas al parto. La comercialización no es la mejor, comparado con la Limosina que mantiene una buena conformación, pero sí estamos obteniendo buen precio y creemos que es una carne de calidad que a la larga mejorará de precio.
¿Siempre te has dedicado a la ganadería?
No, yo soy aparejador y me incorporé al tema ganadero en el año 2014, con mi hermano que sí se había dedicado a la ganadería de siempre.
¿Era una explotación familiar?
No, empezó mi padre cuando nosotros éramos pequeños. Era una finca familiar pero no teníamos ninguna relación con el campo. Mi padre era arquitecto y vivíamos en Barcelona. Cuando llegamos aquí intentamos empezar con ganadería lechera, con frisonas, pero aquello no fue bien, era muy problemático y lo quitamos en seguida. Pusimos la ganadería de carne. Una época tuvimos también porcino pero ahora estamos sólo con vacuno de carne.
¿Qué tipo de manejo hacéis?
Hacemos manejo holístico. Desde hace 3 años, en 2022, y éste va a ser el cuarto año. Empezamos primero por un problema que veíamos de rentabilidad: no hacíamos más que intentar incrementar la ganadería pero también teníamos que incrementar la alimentación, los insumos, y entonces no era rentable, no salían los números. Estando en esta situación empezamos a tener formación, ingresamos en un grupo de un proyecto LIFE, y nos empezaron a hablar de manejo holístico. El LIFE estaba orientado a las mejoras en el terreno, qué actuaciones podían hacerse para mejorar el terreno, tipo líneas clave, manejo holístico, etc. Parecía muy interesante: mejorar el suelo para que produzca más, que era precisamente lo que teníamos nosotros en contra. No mirábamos el suelo para producir, la alimentación prácticamente era exterior.
Con todo esto vimos que podían hacerse las cosas de una manera más lógica, y se hablaba incluso de ser autónomo en la producción de tu alimento y poder aumentar la carga ganadera al doble o triple… De todo aquello nos creímos la mitad, y aún y así nos pareció interesante. Simplemente con que nosotros redujésemos el consumo de alimentación a la mitad, ya nos valía la pena desde el punto de vista empresarial, de la economía. Y entendíamos además que había mejoras en el terreno, que la dispersión de bostas podía favorecer la materia orgánica y podía favorecer el crecimiento del pasto. Teníamos comprobada una cosa muy básica: veíamos que las zonas donde las vacas sesteaban tenían mucha más vegetación. Lo primero que te venía a la mente es, si esto lo distribuyes por la finca, tendremos más vegetación por toda la finca y significaría que podríamos alimentar más ganado. Y esto fue una de las cosas que nos animó a empezar.
¿Crees que es un manejo que os diferencia de otras ganaderías o se suele hacer o…?
Yo creo que la diferencia es grande respecto a un manejo tradicional, que es lo habitual en la zona. Nosotros antes manteníamos 6 o 7 rebaños y teníamos ocupada prácticamente la totalidad de la finca casi todo el año y de manera casi continua. Era un uso de pastoreo selectivo, todo el tiempo, no se permitía que las plantas crecieran, etc. Como mucho una cerca que podías guardar para la primavera, y ahí las tenías 2-3 meses alimentándose del campo pero nada más, no habíamos conseguido más tiempo de aprovechamiento.
¿Crees que incluir este tipo de prácticas tiene alguna relación con amenazas actuales como el cambio climático o la pérdida de biodiversidad?
Yo soy un poco escéptico con el cambio climático, pero yo creo que el principal problema es lo caro que es la producción de cereales, la compra de piensos y de insumos exteriores, cada vez va a ser peor, más costes. Esto no lo vamos a poder evitar. En cuanto al cambio climático, creo que con este manejo estamos más adaptados a las variaciones. Yo creo que sí. Con los descansos, optimizando y facilitando que quede todo en el terreno. Otro objetivo también es optimizar los recursos de agua, a través de charcas, intentar que el agua no se nos vaya de la finca, no sabemos todavía cómo, si a través de líneas clave o qué… pero no creo que sean cosas fáciles y son inversiones caras, y queremos ir poco a poco.
Estas medidas y prácticas ganaderas, ¿crees que aparte de beneficios económicos y del pasto, tiene otros efectos también para la naturaleza o la sociedad?
Sí, por el hecho de tener manejo holístico diseñamos la finca para tener muchas parcelas que intentamos recorrer 1 o 2 veces como mucho al año, en cada parcela, por día. Con todos estos descansos lo primero que hemos comprobado es el crecimiento de plantas perennes, el pasto con mucha más biodiversidad, muchos más insectos y estamos viendo muchos más pájaros. Insectos tiene que haber muchos más porque las bostas desaparecen en una semana, totalmente. Las zonas más pobres de la finca, donde había más tomillo, más jara, se van recuperando también con el descanso y el pastoreo del ganado de forma no selectiva. No es ultra alta densidad, pero estamos utilizando prácticamente ciento y pico animales por hectárea y por día, es decir, un uso bastante intensivo. Y sí notamos que está favoreciendo mucho. Además, se genera un producto de calidad.
¿Qué tipo de producto obtenéis de vuestra finca?
Ahora mismo el producto es el mismo que antes: terneros que vendemos al destete. Lo mismo, aunque nuestra meta es a la larga comercializar esta carne de ganadería alimentada exclusivamente de pasto. Creemos que es una calidad y una mejora. Pero paso a paso, para no arriesgar y para hacer las inversiones poco a poco: nuestro objetivo ha sido primero distribuir las parcelas en nuestra finca para llegar a cada punto con agua en cualquier época del año. Tenemos bien aprovechado el 90 y tanto % de la finca, ya adaptado y planeado con cercados y con agua. Estos cercados, con pastor eléctrico, se quitan y ponen cada día. Una vez esto funciona y tenemos ya el rebaño único, queremos agrupar la paridera en 3-4 meses como mucho. Concentrándola en noviembre-diciembre-enero, conseguimos que en febrero y marzo que es cuando hay buena producción en nuestra zona, se aproveche, y en la época de la suelta de los toros hay un flushing natural que facilita la cubrición de la vaca. En verano, cuando menos alimentación hay en el campo, intentar que la vaca esté entre el primer y segundo tercio de la gestación y no en el último, que es el momento de mayor demanda; éste ha sido un gran cambio. Cuando lo tengamos asentado, ya empezamos a ver cómo responden los terneros y empezaremos a hacer pruebas de alimentación a pasto con 10-15 terneros y comercializarlo. Aunque mientras no haya un comercio que quiera buscar la carne regenerativa o a través del manejo holístico, seguirá habiendo más manejo tradicional.
¿Existen ayudas o un valor añadido en el mercado para este tipo de productos que dices regenerativos o de estos productos diferenciados?
Nada, de momento nada. Dentro de la ganadería extensiva estamos prácticamente todos los ganaderos, todos. Y todos tenemos el mismo tipo de ayudas. De momento yo creo que nada, ni para inversiones ni nada.
¿Qué tipo de solución o ayuda considerarías para que estos productos estén más valorados?
Yo creo que podría haber ayudas primero para la inversión. La finca nuestra era propicia, fácil entre comillas, de adaptar al nuevo manejo. Pero hay fincas que requieren una inversión mayor. Ayudas para invertir en este manejo sería importante. Y formación también, porque no es fácil cambiar de un manejo a otro…, después de haberlo llevado toda la vida de una manera, yo creo que es bastante difícil, cambiar la mentalidad, darte cuenta de que lo que estás haciendo no está bien… es difícil.
Hablas desde los ganaderos, pero qué papel crees que podrían tener también las administraciones públicas?
Las AAPP yo creo que, como he comentado, el tema de ayudas a las inversiones principalmente: puntos de agua, collares virtuales para aquellos sitios en los que fuese muy difícil… hay elementos en donde podría ayudar la Administración fácilmente. Y luego por supuesto la formación, no sólo del ganadero sino también de la población, del consumo, que la gente sepa lo que es. Igual que se hizo un esfuerzo con el cochino ibérico, para que la gente supiera lo que es: un jamón ibérico, de bellota… la gente ya sabe lo que es. Sin embargo, con la carne la gente no sabe si es una carne más sana o menos sana.
¿Qué mensaje crees que debería llegar al consumidor? ¿Qué deberíamos tener claro?
Pues yo creo que primero el enseñar los diferentes tipos de carne y cuál produce unos beneficios, cuál es una carne más saludable. Y de dónde viene esa carne. Cuando la gente conozca esto e intente demandar este producto, cambiará el mercado.
Cuando dices saludable te refieres sólo en cuanto a la calidad de la carne, o ¿crees que se podría incluir algo también por ejemplo de esos valores o beneficios ambientales, o crees que ese mensaje no llega al consumidor, o es más difícil…?
Sí, yo creo que el tema de la biodiversidad, en cuanto se extienda, los beneficios los notaremos inmediatamente. El consumidor los verá. A través de simplemente una salida al campo, salir y ver la naturaleza, lo tendrá que ver, sí, a la fuerza.
Y ya vamos acabando… ¿cuál es tu relación con el proyecto Pasture+? ¿Ves positivo este tipo de proyectos, crees que pueden ayudar en algo?
Sí, yo me imagino que a través de las reuniones, de las formaciones, de los encuentros que estamos haciendo, nos vamos enriqueciendo entre todos nosotros. Nosotros hemos aprendido gracias a ellos, empezamos y hemos visto resultados, y creemos que es un camino. Y estamos dispuestos a colaborar siempre: a mostrar nuestros progresos, lo que estamos haciendo, nuestros datos. Y siempre con un apoyo económico, es decir, que esto no es una ilusión, no es un espejismo, sino el resultado de comparar lo que estábamos haciendo antes con lo que estamos haciendo ahora.
O sea, ¿el Pasture+ facilita el contacto con otros ganaderos?
Facilita el contacto con otros ganaderos, facilita las investigaciones, el contacto con administraciones también. La relación que tiene que haber entre los organismos oficiales y el ganadero es también muy importante, que se reciben también muchas ayudas, y a través de todo eso pues se podrá también ir desarrollando y apoyando más las prácticas que contribuyen más a la biodiversidad y todo, entiendo.
¿Alguna otra cosa más que quieras añadir, que no quede en el tintero?
Pues seguramente dentro de un rato se me ocurrirán muchas… Pero no, en líneas generales… Las ventajas del manejo que estamos realizando creo que es una manera de mejorar un poco todo. Sé que es difícil que llegue a muchos ganaderos, porque hay muchos ahora que tienen una ganadería que no es su fuente de ingresos principal, sino que lo tienen como una segunda actividad y van a lo mejor a echar de comer una vez a la semana a 20 o 50 vacas. Y un manejo holístico o regenerativo o como queramos llamarlo supone también un poco más de dedicación… Pero si tu actividad principal es la ganadería es realmente menos trabajo que un manejo tradicional y es más enriquecedor.
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